Incremento del apetito, una mejor digestión, mayor energía y vitalidad, un pelaje fortalecido, más sano y brillante… La lista de bondades que proporcionan los menús BARF para un perro es mucho más extensa, razón por la que cada vez son más los petlovers que se suman a esta tendencia. No obstante, si tienes intención de abandonar el pienso convencional, conviene que tengas en cuenta una serie de pautas antes de iniciar la transición. ¡Presta atención!
¿Conviene cambiar la dieta de golpe?
Seguro que la primera idea que te viene a la cabeza es el cambio paulatino hacia la nueva dieta. Y si bien es cierto que los cambios de pienso convencionales suelen hacerse de forma gradual, muchos expertos recomiendan que, siempre y cuando el perro se encuentre en perfecto estado de salud, introduzcamos menús BARF de un día para otro. Tengamos en cuenta que los piensos y la comida en crudo se digieren a ritmos distintos.
Apuesta por carnes de fácil digestión
Las primeras semanas es recomendable utilizar carnes de fácil digestión como el pollo o el salmón y combinarlas con verduras al vapor para una mejor asimilación antes de introducir otro tipo de alimentos más contundentes como las vísceras o los huesos en crudo. De esta forma, el estómago de tu mascota dispondrá de tiempo suficiente para adaptarse a los nuevos menús BARF.
Cambio radical, sí, pero intercalado
Descartar la combinación de pienso con comida cruda en una misma toma no significa que no podamos combinarlos en momentos diferentes. En este sentido, una forma correcta de hacer la transición consiste en intercalar las tomas de pienso convencional con menús BARF e ir eliminando el primero de forma progresiva.
Con todo, es imprescindible que la transición sea controlada por veterinarios nutricionistas, especialmente si tu perro padece sensibilidad estomacal o cualquier tipo de dolencia.¿Tú también quieres que tu peludo disfrute de una sabrosa y nutritiva dieta BARF? Desde Naturcanin ofrecemos un amplio catálogo de menús completos multiproteicos y deliciosos.
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